lunes, 7 de noviembre de 2016

Personajes reales: los de la hoja de parra y Abu Samaj

Vamos a publicar una serie de artículos sobre algunos personajes de la novela ambientada en el siglo de la fundación de Murcia "Mursiyya, el talismán del Yemení" que realmente existieron en el período en el que se ambienta esta obra. Con ello pretendemos, sin caer en el spoiler (por eso tampoco vamos a detallar demasiado, quien desee más información puede ampliarla en internet), enriquecer la experiencia de los lectores facilitando la identificación de estos (aunque tengamos que evitar desvelar aquí algunos aspectos que pueden ser fundamentales en la trama).

Esta es la primera entrada de "Personajes reales" y empezamos con dos que ya aparecen en el primer capítulo, y con el jefe de uno de ellos.

Los de la hoja de parra

Los dos personajes de los que vamos a hablar ahora se mueven entre la realidad y la leyenda. Se trata de dos individuos que, supuestamente, vivieron en el siglo IX d.C. en la misteriosa ciudad de Iyyuh (perteneciente a la cora o provincia de Tudmir, según el homónimo pacto) y a los que se atribuye el protagonismo de un hecho que podría haber desencadenado la guerra civil que obligaría, años más tarde, a fundar la ciudad de Murcia.
Ilustración cortesía de Francisco Miñano Pellicer
El autor de Mursiyya ha leído varias versiones de la leyenda de la hoja de parra y aunque algunas de ellas son contradictorias, vamos a explicar la más extendida.

Según la tradición, pocos años antes de la fundación de Mursiyya (para ser exactos, al poco de ser nombrado emir Abderramán II) un miembro de la tribu de los mudaríes se encontró a un miembro del clan de los yemeníes en su huerto. Estos dos linajes estaban enemistados entre sí, por lo que al mudarí no debió de hacerle mucha gracia encontrarse a un yemení en su propiedad. Para colmo, lo sorprendió arrancando una hoja de su parral para tapar un cántaro de agua, lo que ofendió hondamente al dueño de aquella plantación, por lo que se inició una acalorada discusión.
Ilustración cortesía de Francisco Miñano Pellicer
"Se inició entonces un forcejeo entre ambos vecinos, en el que el Mudarí intentaba volcar el contenido del cántaro del Yemení mientras este oponía toda la resistencia de la que era capaz" (Mursiyya - El talismán del Yemení, p.27).

El resultado de aquella pelea fue, según la mayoría de las versiones de esta historia/leyenda, la muerte violenta del Yemení. Y aquí entra en juego nuestro siguiente personaje real.

Abu Samaj

Abu Samaj es un personaje muy importante en la novela "Mursiyya, el talismán del Yemení" ya que se trata del jefe de los Yemeníes de la zona y su existencia está históricamente documentada. Además juega un papel fundamental en la trama de la novela, sobre todo en la primera de las tres partes en las que esta se divide.
Ilustración cortesía de Francisco Miñano Pellicer
"-Abu Samaj, valiente chiflado... -murmuró Yusef" (Mursiyya - El talismán del Yemení, p. 33).

Si bien queremos evitar desvelar información que pueda perjudicar el disfrute de la lectura de esta obra, podemos adelantar aquí que el mencionado jefe Yemení sería desde el punto de vista histórico uno de los instigadores de la guerra civil que azotó el territorio de Tudmir en los años veinte de su siglo. Así que, sí, podemos echarle a este hombre buena parte de la culpa de la fundación de Murcia.
"Quedamos derrengados mi hermano y yo observando cómo (...) comenzaban a alejarse todos en dirección a Iyyuh. Abu Samaj (...) encabezaba la comitiva, flanqueado por dos de sus guerreros. Les seguían, transportando el cuerpo del difunto en alto, las esposas y allegados del mismo. Cerraban el desfile el resto de soldados Yemeníes y, junto a ellos, atado a uno de los caballos, mi honorable padre, que caminaba altivo, orgulloso, henchido el pecho..." (Mursiyya - El talismán del Yemení, p. 35).
Sobre su final hay varias teorías, de las cuales el autor ha escogido una de ellas. El lector la descubrirá al leer la obra.

Y esto es todo por ahora. Muy pronto os contaremos más de otros personajes.






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